Seda

Es un domingo frío para practicar deporte, pero Miguel no perdona sus horas de sudor. Está en casa y mira por la ventana la fina capa de nieve que cubre los coches, mira el radiador de la entrada y mira el chubasquero, se calza las deportivas rojas que se había comprado en su reciente viaje a Niza.
Afuera, en la zona urbana pasea caminando a pasos largos, desenredando los auriculares que le salen del bolsillo donde lleva el mp3. Le gusta deborar música, siempre quiso ser guitarrista y conoce todos los garitos de conciertos de los alrededores ya que los frecuenta cada vez que un rockero visita la región.
Cuando cruza la carretera empieza a trotar introduciéndose en los arboles que de pequeño trepaba con sus primos, esos que olvidaron el barrio cuando una chica llamada Erasmus pasó por sus vidas y dejaron los recuerdos guardados en una caja de zapatos. Nunca les perdonará tal abandono, Miguel era chico tímido en el pasado y hoy apenas toma una cerveza con dos chicos del trabajo.
En la zona del río pisa la nieve que cubre la senda por donde pasa día tras día pasa deprisa.
Sabe que la mañana no es la más propicia y es algo peligrosa, si el tiempo empeora la vuelta se puede complicar. Aún así prefiere seguir, intenta atrapar a los que han dejado las huellas no hace demasiado e imaginarse en las pistas olimpicas de Londres donde el iba a ganar la final de los diez mil en los últimos metros.
En la zona pedregosa estaban sus rivales sentados sobre un arbol caído, Jose se había doblado el pie e Inma no podía aguantar más esfuerzo. Miguel paró a hablar con ellos. -Hola chicos, menudo día.
-Ya te digo. Contestó Jose. -He de volver a la pata coja y mira como está el suelo. Inma añadió -Ya le dije que esto de correr no podía ser bueno, dicen que correr es de cobardes.
-¡ah! hola Inma, dijo Jose con voz vergonzosa.
Inma también....
(borrador, continuará)

Reflejos

En este mundo real e imaginario he visto reflejos de otra vida, de otros mundos pasados. He leido recuerdos de tiempos casi olvidados y me he puesto en el lugar del la personaje principal.
Que similitudes entre vidas anónimas, sitios escondidos entre montañas que hoy salen a flote deteriorados, ella lo cuenta y yo lo revivo como si esa casa abandonada fuera la misma.
Esa casa hoy en pie pero cerrada vivió las aventuras de un grupo de almerienses inocentes que vivían en libertad y sin muros. Que diferencia al hoy por hoy en que ponemos zancadillas a nuestros hijos por el miedo que sentimos, y estamos creando niños prudentes pero sin libertad, sin un mundo abierto al descubrimiento.
Casas abandonadas donde murcielagos eran monstruos a los que desafiar, arboles eran nuestro hogar y nuestros escondites, el agua era abundante y fria, los musgos aparecían milagrosamente en este desierto que es el sur.
Todo cambia tanto, todos cambiamos tanto. Pero hay vidas tan similares en mundos tan distintos.

Amor

Hablo del amor, de esa sensación bonita, maravillosa, espectacular, que nace en el estómago en forma de mariposas y se adueña de todo tu cuerpo.

Existe, caro que si, pero lo añoro, he dejado de creer en él o por lo menos con la grandeza de su mitología. Los tiempos pasados siempre fueron mejores y en el amor también fueron los tiempos pasados los mejores. Hay que ser un adolescente y no entender la vida con raciocinio, creo que hay que tener la mente en cosas intrascendentes y no haber aprendido aún lo cruel que es equivocarse, pienso que el primero es el más grande de todos por lo que descubres, todo lo desconocido que pasa por tu piel y que te deja flotando por las nubes.

Hoy es bonito tener a alguien con quien compartir tus alegrías y con quien despejar tus problemas y con quien rozar tus labios, pero no es comparable con lo bonito de los dieciseis, y aunque muchos pensarán que me equivoco, a mis experiencias me acojo y a las de muchos otros personajes a los que se os nota en la mirada.

Aún así nunca pierdo la esperanza de volver a equivocarme.

+

Solo leo rastros de desolación cuando miro gente quejarse y quejarse y hoy, quiero ser un chico positivo, porqué no miramos de frente cuando cruzamos un puente sobre un rio, al mirar abajo solo vemos agua y altura y nos dá vertigo. Quiero que el mundo exista y vuele, y sueñe, margaritas en el jarrón todas las mañanas y dejar de lado a los seres queridos, quizá no sean tan queridos.

El día de la bestia

Estoy despistado, ausente, en otros lares, otros bares, otros lugares.

Como echo de menos mi antuguo blog.

El pan nuestro de cada día provoca gases y malas digestiones.

Las formas geométricas provocan bizquera a quien mira en todas direcciones

Pau tree

Ahora, que me he quedado solo,
veo que te debo tanto y lo siento tanto,
ahora, no aguantaré sin ti, no hay forma de seguir,
así.

Vamos a jugar a escondernos,
besarnos si de pronto nos vemos,
desnudame, y ya luego veremos,
vamos a robarle el tiempo al tiempo.

Por mucho que aprieto tus manos,
me cuesta creer que aun no te hayas marchado,
me fundiré en tus labios,
como se funden mis dedos en el piano.

Charles S.A.

En 1492, los nativos descubrieron que eran indios,
descubrieron que vivían en América,
descubrieron que estaban desnudos,
descubrieron que existía el pecado,
...

descubrieron que debían obediencia a un rey y a una reina de otro mundo

y a un dios de otro cielo,

y que ese dios había inventado la culpa y el vestido
y había mandado que fuera quemado vivo quien adorara al sol y a la luna y a la tierra y a la lluvia que la moja”.